viernes, 3 de agosto de 2018

Una bici nueva. Ansia cicloturista.

Ya era hora.
Con mi vieja Orbea Aran convertida en un monstruo de Frankenstein del que casi ninguna pieza es original he cambiado de bicicleta... ¡Y es una máquina!



¿Qué bici hace falta para el cicloturismo de alforjas?
Encontraréis cientos de ideas en la red, muchas marcas, algo de pijerío y muchas buenas ideas también.
Por mi parte no diré nada nuevo si os cuento que si vais a montar otro peso que no sea vuestro cuerpo en una bici es mejor que tenga un cuadro sólido. Hay que olvidarse de carbono o titanio porque puede uno terminar partiendo el cuadro o doblándolo sin remedio. Esas estupendas soluciones quedan para ciclismo de ruta y bolsillos saneados. El aluminio, aunque más barato, tampoco es recomendable por su rápido desgaste.
En cicloturismo se suele usar lo que se llama acero cromoly, una aleación de cromo con molibdeno muy resistente. Con ello se fabrican las VSF farradmanufaktur, por la que he optado. En mi caso una Deore T-300 de trekking con 27 marchas.
Hay muchas otras marcas especializadas en cicloturismo: Surly, Santos, Gudereit o algunos modelos de Orbea, bastante más económicas que las anteriores.
Que el cuadro sea resistente es fundamental, aunque sea algo más pesado. Un kilo o dos más en un cuadro es mucho para hacer carretera y pelearte con el crono, pero el cicloturista autosuficiente no tiene prisa, o no debería.
También es importante disponer de un portabultos trasero que aguante cuanto más mejor y que permita colgar con facilidad las alforjas y todo ese montón de cosas que terminan atadas con un pulpo cutre o incluso una cuerda en cualquier viaje. Si el que va de serie no te convence mejor cambiarlo. Dos buenas marcas son Racktime y Tubus. Yo he optado por la primera, más barata. Puede parecer una burrada buscar una parrilla que aguante 30kg, pero nunca se sabe lo que vas a llegar a cargar.


Las ruedas van a gusto del consumidor. Empecé llevando 28", he llevado varios años de 26" y ahora he vuelto a las 28". Eso sí, las cubiertas anti-pinchazos son un lujo que todo el mundo debe permitirse. Hace años que uso Schwalbe. Para mí son las mejores, aunque no son baratas. Pero si una cubierta te dura años con muy poco desgaste y no pinchas nunca merece la pena.
Empiezo con un sistema de frenos para mí totalmente novedoso, los frenos hidráulicos V-break. Aún tengo que probar más (y aprender como se reparan) pero tienen una serie de ventajas como su fiabilidad. Tan apenas necesitan ajustes y la zapata tarda siglos en desgastarse.



No puedo olvidarme de la gente de Recicleta, por otro lado, que me han echado un cable, como de costumbre, en lo que más me convenía. A falta de conocimientos más extensos no hay nada como dejarse aconsejar por quien sabe más que tú.
Personalmente, para quien empiece en el cicloturismo, con una pequeña inversión en una bici digna debe ser suficiente. Unos cuantos ajustes, buenas cubiertas y unos conocimientos muy básicos de mecánica y a funcionar. Tiempo habrá de invertir.
Y ahora queda todo un mundo por recorrer, nuevos caminos, de los que ya iré hablando.
Por lo pronto un homenaje a mis bicis y a caminos pasados.
Siempre un poco más lejos...



Con este trasto me recorrí unos cuantos kms en Tailandia y salí con vida.


Con una Mérida alquilada con el Mekong y Laos de fondo



Una Pegas rumana. Joyita vintage


Estrenando bici en el Sahara Occidental. Junio 2009




Distintos medios de transporte. Los dos sostenibles






Con mi hija en su transportin


Con una KTM austriaca y un transportín intentando orientarme






No hay comentarios:

Publicar un comentario