martes, 24 de agosto de 2021

Mediterráneo por descubrir. Eurovelo 8 (II)

 Mediterráneo por descubrir he llamado a esta serie de entradas.

¿Queda algo por conocer del Mediterráneo? Pues realmente sí. 

Más allá de las grandes ciudades y destinos turísticos o del atestado turismo playero de lugares como Benidorm hay todo un mosaico de enclaves naturales, pequeños pueblos y gentes que quedan fuera del foco de la gran industria del turisteo. Eso sí, en la costa son la absoluta excepción.





Mi paso por la provincia de Alicante me lo demostraría, aunque eso tocará más adelante.

Me había quedado en Valencia y el paseo urbano por la ciudad, así como la salida a través del Turia hacia la playa del Saler y la Albufera.

La extensión playera de Valencia es un buen lugar para animarse con la omnipresente paella. Hay restaurantes a patadas y una norma de sentido común: si te parece muy barato probablemente no sea muy bueno. Pero es fácil acertar.

Ya en el Saler empieza el parque de la Albufera. Un espacio natural humanizado que aún vive de la pesca tradicional y el cultivo de arroz. Perderse por sus alrededores es un placer. Además es de las pocas lagunas costeras de este tipo que sobreviven en Europa. Muchas fueron desecadas por la rapiña urbanística o agrícola.


Embarcadero. Albufera de Valencia

Aunque la eurovelo discurre por el interior para evitar el tráfico la costa también es una buena alternativa y hay caminos en el interior del soto por los que se puede ciclar.

Tras el remanso de paz otra vez el aluvión de casas. Cullera y Gandía son el aperitivo del monstruo urbano en que se ha convertido la costa, sobre todo en Alicante. Miles de edificios sin gracia ninguna uno tras otro. Al que le guste todo para él. No es lo mío.

Aún así hay algún patrimonio interesante al que dedicarle un vistazo, pero el exceso de coches puede ser agobiante en el momento en que sales de las vías ciclables.


Idílica imagen de Cullera

Aunque aquí la eurovelo 8 reserva una sorpresa pues esquiva buena parte de la costa de Alicante penetrando al interior de la provincia, un perfecto desconocido para la gran mayoría del turismo que no se aleja mucho de la costa.

Desde Gandía sale la Vía Verde del Serpis, también conocida como Tren de los Ingleses, que llega hasta Muro, aunque, por desgracia, es más una pista de BTT en algunos tramos que lo que podemos entender por vía verde. No es ideal para hacer con alforjas y toca pegar unos cuantos botes hasta la localidad de Lorcha. Por otro lado el paso por el desfiladero del Racó del Duc y la belleza de la zona merece la pena.


Vía verde del Serpis, Racó del Duc

La España vacía también está aquí. Paradojas del turismo que, a un paso de la atestada costa, solo encontremos pueblecitos durante 40km hasta llegar a Muro de Alcoy. 

Tras Muro el trayecto me deparaba una sorpresa. No conocía Cocentaina y su Palau Comtal. Un impresionante recinto amurallado, entrada libre y amable atención al ciclista. No vivían mal estos condes...


Palau Comtal, Cocentaina


Ya es un paseo llegar hasta Alcoy, pequeña ciudad que me recordó mucho por su orografía a Teruel y que me gustó. Inconveniente: ya empezaba a apretar una ola de calor que me machacaría en días sucesivos. Aún así me dio para un agradable paseo y luego empezar a subir.


Alcoi. Monumento al músico y actor Ovidi Montllor.


Empieza el trayecto por una cómoda y bien acondicionada vía verde de Alcoi, aunque muy corta, con sus 10km nos permite vistas al parque natural de Font Roja y te deja listo para subir la que sería máxima elevación de mi ruta, el puerto de la Carrasqueta. Un balcón natural al Mediterráneo desde sus 1020m. 


Señalización de vía verde, Alcoi

A estas alturas del día la temperatura rozaba los 40ºC y yo iba echando el bofe, así que la bajada me sirvió de refresco. Paré de camino y encontré un camping con personal muy majo y cazurros que entienden estar acampado por hacer cuanto más ruido y humo de barbacoa mejor. 

Alacant-Alicante es una ciudad para recorrer con calma, si tal cosa es posible. Es punto de atraque de cruceros y las hordas de turistas siguiendo un guía impresionan. Aunque también impresiona, por lo menos a mí, cómo las terrazas se han comido las calles del casco histórico. El barrio de Santa Creu aún así hay que recorrerlo y esquivar las "clavadas" en forma de cañas y tapas a precios alemanes por calidad... dejémoslo en cuestionable.



Momento milagro en la Catedral de Alicante


La salida de la ciudad es por el paseo del Palmeral y el parque del mismo nombre, luego viene lo malo.


Paseo Alicante

Desde Alicante hay que enfrentarse a una de las partes más feas del recorrido: rodear el aeropuerto de Alicante-Elche. No hay solución buena. Es un horror de carreteras con mucho tráfico o pistas de tierra en pésimo estado. Mi consejo es tirar por la carretera secundaria que nos lleva hacia Torrellano porque los alrededores del aeropuerto están literalmente llenos de basura.


Por seguir Google Maps acabé en este basural

Siguiendo con la calorina recalé en Elche/Elx, otra ciudad desconocida para mí y que tiene un toque entre oasis saharaui con sus impresionantes palmerales y ciudad barroca por su casco histórico. Gracias Elvira por ser mi guía espontánea y explicarme la tradición secular del Misterio de Elche con la pariente venida de Suiza.



No lo pude evitar...

Por supuesto en esta ciudad no hay que perderse el Huerto del Cura. Un jardín artístico realmente singular con ejemplares únicos de palmeras.


Palmeras. El árbol ilicitano por excelencia

El cuerpo no me daba para mucho más así que paré a descansar y vuelta hacia la costa al día siguiente.

Una vuelta un poco extraña de la ruta lleva hasta la costa de nuevo, a Guardamar de Segura y su zona natural, varias lagunas y albuferas donde se pueden observar multitud de aves. Importante mantener silencio, aunque la cercana carretera hace un ruido atronador.

Desde allí vuelta al interior, a Orihuela, donde se homenajea a su paisano más célebre: el poeta Miguel Hernández. Para dedicar un tiempo y releer aquello de: En Orihuela su pueblo y el mío...




Orihuela

Orihuela tiene más para ver y, a una corta tirada en bici te deja en la Comunidad de Murcia. 

De más pedales y más calores en la próxima.

Trayecto propuesto para Eurovelo 8
Valencia-Murcia
En mi recorrido 385km




martes, 3 de agosto de 2021

Mediterráneo por descubrir. Eurovelo 8 (I)

Llegó el verano, las vacaciones y una idea rápida para pedalear: la Eurovelo 8, recorrido ciclista dentro de las varias eurovelo (rutas transeuropeas de miles de kilómetros) que recorre toda la costa del Mediterráneo. Sobre el papel, más bien en la red, la eurovelo 8, es fácil de realizar en la península Ibérica.


En Valencia. Al fondo el Micalet

La realidad es que las administraciones públicas se han preocupado poco por la promoción de la ruta y solo la Diputación de Murcia tiene señalizado el recorrido. Por cierto, de una forma excelente y con buen mantenimiento. Aún así se avanza y se pueden encontrar bastantes referencias que te sirvan de guía (los colectivos ciclistas sí que se lo han currado) aparte de una app que se puede descargar aquí


L'Ametlla de Mar

Antes de empezar lo diré claro: no la hagáis en verano

Yo lo hice y el calor puede llegar a ser sofocante. En zonas como el interior murciano o alicantino se superan los 40°C fácilmente y yo me encontré con una ola de calor con picos de hasta 47°C a la sombra.

Acceder hasta cualquier punto del trayecto en transporte público es fácil con tren y bus. Además hay redes de cercanías y regionales para quien quiera adelantar o regresar. En todos los cercanías admiten bicis sin coste adicional y no hace falta desmontarlas.

Un plan B si no queda otro remedio y te despistas de la ruta es tomar la N-340, que acompaña el recorrido hasta Valencia. Eso sí, va a tope de tráfico, así que es una solución desesperada.

En mi caso empecé por la provincia de Tarragona. 


Una de las muchas fortificaciones contra los piratas

Salir de Tarragona capital dirección Sur garantiza comerte una zona industrial sí o sí bastante horrible hasta llegar a Salou. Desde allí la cosa cambia y, pese a estar totalmente urbanizada, la costa permite empalmar carriles bici, paseos marítimos y carreteras secundarias que hacen muy fácil avanzar hasta la localidad de el Perelló, donde hay que enfrentar las primeras cuestas del trayecto.


En el Perelló hay que acertar, confiando en la app, o intentarlo porque la Eurovelo no está señalizada, o te las verás con varios sube-bajas del 15%.

Se llega al Delta del Ebro, una zona que, personalmente me encanta. La pillé con calor pero sin viento, el verdadero problema del Delta, donde buena parte del año se alcanzan rachas de viento increíbles.




El Delta del Ebro. Me encanta esta zona.

Más allá del Delta del Ebro, en donde no se adentra la ruta, la eurovelo sigue hacia el interior, aunque yo opté por seguir la costa en vez de llegar a Ulldecona y desde allí acceder a Vinaroz. La eurovelo supone de por sí un montón de kilómetros extra respecto a los trayectos directos, así que es bueno seleccionar o animarte a la kilometrada si no tienes el tiempo limitado por las vacaciones, como es mi caso.


¡Atención! En las zonas de dunas no salir del camino marcado.

Vinaroz merece una visita. Tiene un patrimonio modernista al que no se suele prestar atención y una zona hacia el interior ideal para empezar la mañana antes de las hordas de veraneantes.


Centro de Vinaroz/Vinarós

Vinaroz, Benicarló y Peñíscola son una sucesión de edificios en la que se sabe donde termina una localidad y empieza otra por los carteles. Aún así se circula por carriles-bici muy cómodos.

En Peñíscola visita obligada a su cuidado casco histórico, castillo del Papa Luna y vistas al mar. Importante acertar en esta ciudad porque el tráfico es muy intenso, llegando a lo agobiante. Pero lo que nos espera es mucho mejor, en mi opinión. 



Peñíscola

La eurovelo 8 circula por el Parque Natural de la Sierra de Irta, junto al mar, con calas para uno solito, si quieres. También con firme en mal estado en muchos tramos y bastante piedra suelta. No es lo frecuente, pero en algunos kilómetros de la eurovelo encontraremos pistas algo descompuestas, aunque nunca caminos estrechos. Como en cicloturismo no se suelen llevar ruedas con mucho taco (en mi caso unas mixtas de Schwalbe 28x1,5) pues toca ir más despacio o, si no lo ves claro, te bajas y ya está.


Vistas desde Parque Natural Serra de Irta

Pasada la zona protegida de nuevo la ruta enlaza otra zona muy urbanizada sin gran cosa que ver. Oropesa me pareció un horror y la oferta de camping es bastante cara. Destacable la cuidada vía verde entre Oropesa del Mar y Benicassim.


Vía verde Oropesa-Benicassim

Desde allí la ruta se adentra en la provincia y se puede visitar la capital Castelló, tranquila y un buen punto para avituallamiento, y de paso Burriana, que me gustó también. Para moverse son ideales las rutas ciclistas entre poblaciones. Segregadas del tráfico y muy seguras. Están bien señalizadas y coinciden con el recorrido de la eurovelo.


Castelló

Desde el Grao de Burriana otra vez costa y playa hasta volver a meterse hacia el interior para esquivar las instalaciones del gran puerto de Sagunto y llegar al casco histórico de la ciudad.

Fue el único día que me pilló la lluvia, en una mañana un poco desapacible ¡Ojo a las calles empedradas saguntinas! Con la lluvia resbalan cosa mala.


Judería de Sagunto

Desde Sagunto el acceso a la capital, Valencia, es un paseo de 25km muy acondicionado en la Vía Verde Xurra que sale desde Puçol y carril-bici, lo que te ahorra un tramo de tráfico muy congestionado.

Ya en Valencia, a algo menos de mitad de mi largo paseo, solo quedaba visitar una de las ciudades que más me gustan de la península. Eso sí, pillé parte del casco histórico en obras.

Valencia es una ciudad ideal para ir en bici. Plana como una mano, llena de carriles y con una suerte de autopista ciclable como es el cauce del Turia, que además es un parque lineal que cruza buena parte del casco urbano y termina justo en el empalme con la eurovelo que nos llevará al parque de la Albufera. Pero eso para el siguiente post.



Tarragona-Valencia, trayecto por la eurovelo 8

En mi recorrido 314km



Una de las muchas rotondas horrendas que encontré